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La unión aduanera de la UE en acción

Creada en 1968, la unión aduanera de la UE facilita el comercio a las empresas de la UE, armoniza los derechos de aduana sobre las mercancías procedentes de fuera de la UE y ayuda a proteger a los ciudadanos, los animales y el medio ambiente de Europa.

En la práctica, la unión aduanera implica que las autoridades aduaneras de los [node:eu_countries] países de la UE trabajan juntas como si fueran una sola. Aplican las mismas tarifas a las mercancías importadas en su territorio procedentes del resto del mundo y no aplican tarifas internas.

En el caso de la UE, esto significa que no hay que abonar derechos de aduana cuando los bienes se transportan de un país de la UE a otro. Los derechos de aduana de las mercancías importadas en la UE representan en torno al 14% del presupuesto total de la UE y forman parte de sus "recursos propios tradicionales".

Los controles aduaneros en las fronteras exteriores de la UE protegen a los consumidores frente a mercancías y productos que podrían ser peligrosos o perjudiciales para su salud. Protegen a los animales y el medio ambiente mediante la lucha contra el comercio ilícito de especies amenazadas y previniendo las enfermedades animales y vegetales.

Las autoridades aduaneras colaboran con la política y los servicios de inmigración en su lucha contra la delincuencia organizada y el terrorismo. Luchan contra el tráfico de personas, drogas, armas y mercancías falsificadas, y comprueban que los viajeros que transportan grandes cantidades de efectivo no estén blanqueando dinero, evadiendo impuestos o incluso financiando a organizaciones delictivas.

Las aduanas de la UE combaten también el fraude fiscal por parte de empresas y particulares, que priva a los gobiernos nacionales de unos ingresos vitales para el gasto público.