Tratado de Reforma de la UE: manos a la obra

Pocas semanas después de sustituir a Alemania al timón de la Unión Europea , Portugal se va acercando a su objetivo principal: obtener un nuevo Tratado de la UE para el mes de octubre. Los dirigentes de la Unión se impusieron esa tarea en la Cumbre del mes de junio y ahora tratarán de establecer unas bases institucionales y políticas sólidas para la Europa del siglo XXI.

Las negociaciones que comenzaron los días 23 y 24 de julio (conocidas bajo el nombre de "Conferencia Intergubernamental") tienen por objeto redactar un Tratado de Reforma que aumentará la eficiencia y la legitimidad democrática de la UE ampliada.

Entre las principales mejoras previstas están las siguientes:

• Una UE más democrática y abierta: Los ciudadanos y los Parlamentos nacionales podrán conocer directamente las decisiones adoptadas, gracias a la apertura al público de los debates legislativos. Los europeos podrán influir en las propuestas de legislación comunitaria.
• Una Europa más eficaz: Este objetivo requiere unas instituciones más eficaces y perfeccionadas. Por ejemplo, habrá que acelerar y mejorar la toma de decisiones en temas de orden público y así desarrollar la capacidad de la UE para hacer frente a la delincuencia, el terrorismo y el tráfico de personas.
• Una Europa de derechos y valores: Los valores y los objetivos de la UE se formularán de manera mucho más clara. La Carta de los Derechos Fundamentales tendrá la misma importancia legal que los propios tratados de la UE.
• Europa en la escena mundial: La UE buscará una mayor coherencia entre los distintos ejes de su política exterior (diplomacia, seguridad, comercio exterior y ayuda humanitaria) y dará una personalidad jurídica única al conjunto para fortalecer su poder de negociación.

En palabras de la Comisión estas mejoras «otorgarán a la Unión la capacidad de producir un cambio que haga a los europeos más seguros y prósperos y amplíe sus oportunidades para adaptarse a la globalización». Se espera que las negociaciones sienten las bases para adoptar y ratificar el nuevo Tratado antes de las elecciones europeas de 2009.