Aviso jurídico | El sitio Europa | Búsqueda | Dirección de contacto
¡Celebremos Europa! - 50º aniversario del Tratado de RomaSaltar la barra de selección de idioma (atajo de teclado=2) 01/02/2008
EUROPA > 50º aniversario > Los próximos 50 años

Los próximos 50 años

Las personalidades que en 1957 fundaron la Unión Europea tenían una gran visión, pero no podían imaginar siquiera cómo serían Europa y el mundo 50 años más tarde. Del mismo modo, es difícil predecir lo que nos depararán los próximos 50 años. Ahora bien, conocemos ya algunos de los grandes retos que tendremos que afrontar.

Trabajadores de distintas edades en un curso de formación

Ante la globalización

La tarea de la UE será la de ayudar a los europeos a prosperar en un mundo globalizado. Esto significa, en primer lugar, garantizar el empleo y el crecimiento e incrementar la competitividad económica mejorando al mismo tiempo el bienestar social. Un factor esencial para ello será la inversión en tecnología e investigación científica. En su momento, la globalización se percibió como una manera de que los países ricos y pobres pudieran sacar beneficio de la integración económica y financiera mundial. Ahora nos damos cuenta de que hay ganadores y perdedores. La UE recibe presiones migratorias procedentes de todas partes. Al no haber fronteras internas, es necesario tener unas normas comunes para las externas. Además el tiempo no pasa en vano, y la UE tendrá que adaptar la política de inmigración al envejecimiento de población y la posible falta de mano de obra en su territorio.

Parque eólico, fábricas, erial, corriente de agua

Calentamiento del planeta

Es un hecho que las temperaturas están aumentando en todo el mundo, y tanto los Gobiernos de la UE como los ciudadanos consideran que el calentamiento del planeta, debido a la emisión de gases de efecto invernadero, es una enorme amenaza para el medio ambiente. La UE ha propugnado con firmeza medidas correctoras de alcance internacional. Internamente, está haciendo lo necesario para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero antes de 2012, de acuerdo con las obligaciones que le incumben según el Protocolo de Kioto, y se ha comprometido a reducirlas más posteriormente dentro de un esfuerzo global coordinado. Parte de la solución está en el uso más racional de la energía y el mayor recurso a las fuentes de energía renovables y poco contaminantes. La UE también necesita aumentar la importación de energía limpia y procedente de fuentes fiables a medida que se van agotando sus propias reservas de petróleo y gas. Para hacer frente a estos retos, fomenta el uso de energías renovables, como la solar, la eólica y la derivada de la biomasa, para atender una parte cada vez mayor de nuestras necesidades, con el objetivo de llegar a ahorrar hasta un 20 % del consumo antes de 2020 mediante una utilización más eficaz. Para asegurar el suministro exterior, especialmente de gas, la Unión busca relaciones estables a largo plazo con países ricos en fuentes de energía, como Rusia.

Ayuda humanitaria: niño envuelto en la bandera europea

Europa en el mundo

¿Hasta dónde puede llegar la ampliación de la UE? Las consecuencias de las futuras ampliaciones suscitan la preocupación de algunos europeos. La UE tendrá que definir sus límites y lo hará con la plena participación y el consenso de sus ciudadanos. Cuanto más grande sea, mayores serán sus responsabilidades. Hoy día, gracias a la unidad que se ha ido forjando durante 50 años, es impensable una guerra entre países de la Unión. En un mundo cambiante, complejo e inestable, la UE se verá llamada a extender la paz y la estabilidad más allá de sus fronteras y, para ello, deberá intervenir cada vez más en la prevención de conflictos y el mantenimiento de la paz, ejercer su influencia para establecer normas mejores y más justas de comercio mundial y mantener, siempre que sea necesario, su labor de ayuda humanitaria y ayuda al desarrollo.

Manifestación por el sufragio al Parlamento Europeo, en Estrasburgo, en 1971

Fomento de la democracia y la participación

Ante los retos de los próximos 50 años, la Unión Europea necesitará unos instrumentos jurídicos y de gestión mejores, que no tiene todavía. El primer intento en este sentido fracasó cuando, en 2005, los votantes de Francia y los Países Bajos rechazaron el proyecto de Constitución de la UE. Los mandatarios de la Unión reconocieron que ello se debió en parte a que los ciudadanos se sienten mal informados sobre Europa y excluidos de sus decisiones y, ante esta situación, se pusieron en marcha varias iniciativas para retomar el diálogo con ellos y darles más voz en los futuros asuntos políticos, entre los cuales están las reformas institucionales necesarias en los próximos años para garantizar el funcionamiento eficaz de la Unión en el siglo XXI.

Aviso jurídico | El sitio Europa | Búsqueda | Dirección de contacto | Arriba